Esta campaña del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York subraya la relación directa entre el sexo, el sida y la muerte, sin dar consejos para tener sexo seguro, más allá de señalar que, en cierto modo, los condones eran una alternativa exitosa a la abstinencia. Con su mensaje de muerte instantánea, el lenguaje usado aquí también socavaba los esfuerzos en marcha de los investigadores médicos por ampliar la esperanza de vida de las personas con VIH/sida.