Sobrevivir y Prosperar: SIDA, Política y Cultura

“Condenamos los intentos de etiquetarnos como ‘víctimas’, término que presupone derrota, y sólo ocasionalmente somos ‘pacientes,’ término que denota pasividad, desamparo y dependencia del cuidado de los demás. Somos ‘Personas con SIDA."

Principios de Denver, 1983

Un grupo de once hombres sostienen una pendón con letras blancas que dice “Luchamos por nuestra vida”.

En 1981, una nueva enfermedad apareció en Estados Unidos.

A medida que se extendía, el miedo y la confusión se infiltraba en el país. El “raro cáncer” infeccioso desconcertó a los investigadores y generó sospechas, pero la preocupación no era la misma para todos. Muchos temían el contacto con los enfermos. Otros, en particular pero no exclusivamente gays, temían por sus vidas y por las vidas de sus seres queridos.

Las reacciones a la enfermedad, que pronto se llamó sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), variaron. Los primeros en responder cuidaron a los enfermos, lucharon contra la homofobia y promovieron nuevas prácticas para mantener saludables a las personas. Los científicos y los funcionarios de salud pública tuvieron dificultades para entender la enfermedad y cómo se propagaba. Los políticos permanecieron en silencio hasta que la epidemia creció demasiado como para ignorarla. Los activistas exigieron que las personas con sida fuesen parte de la solución.

El título Sobrevivir y prosperar proviene de un libro escrito en 1987 por y para personas con sida, que insistía en que se podría vivir con el síndrome, no sólo morir debido a él. Esta exposición presenta sus historias junto a las de otros involucrados en la crisis nacional del sida. Escúchelos y piense sobre la relación siempre cambiante entre ciencia y sociedad.

1981

Un grupo de once hombres sostienen una pendón con letras blancas que dice Luchamos por nuestra vida.

Grupo Personas con SIDA, Denver, junio 1983

Cortesía ©John Schoenwalter

Mostrado inicialmente durante las vigilias en San Francisco para llamar la atención sobre las experiencias de las personas con sida, esta pancarta llegó a Denver para la Quinta Conferencia Nacional de Salud de Lesbianas y Gays. Cuando arrivó a Colorado, las personas en la imagen establecieron los Principios de Denver, un documento que cambió fundamentalmente el debate sobre la manera de tratar a las personas con sida. Juntos, la pancarta y el manifiesto, animaron el movimiento dirigido por personas con sida.

 
 

 
Vista aérea de una calle de la Ciudad de Nueva York repleta con varios miles de personas.

Protesta por la prohibición de la Administración de Alimentos y Medicamentos a las donaciones de sangre de haitianos, Brooklyn, Nueva York, 20 de abril de 1990

Cortesía AP/Gerald Herbert

A principios de la década del 80, ciertos grupos de personas fueron acusados de la propagación del sida. La teoría de las 4 haches (H): que el sida estaba restringido a homosexuales, haitianos, hemofílicos y usuarios de heroína, asumió erróneamente que la identidad, y no el comportamiento, ponía a las personas en riesgo.

 
 

 

El afecto es nuestra mejor protección

Los homosexuales y las lesbianas fueron los primeros en responder a la creciente epidemia de sida de principios de la década del 80, al brindar atención e información a quienes la necesitaban desesperadamente. Trabajando para contrarrestar la inacción de las instituciones de gobierno, los activistas insistieron que para luchar contra el sida era necesario eliminar el miedo a los gays y las lesbianas y difundir nuevas ideas sobre la salud sexual.

Grupo grande de personas, cada una con el brazo en alto. El texto dice: Combatamos el miedo con los hechos. Llame al 1(800) 922-AIDS.

Cartel “Lucha contra el miedo con la realidad”, proyecto de SIDA de Los Angeles, hacia 1986

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

Redes dedicadas y extensas emergieron para atender a las personas con sida. En todo el país, voluntarios repartieron alimentos, visitaron a los enfermos en sus casas y crearon líneas telefónicas para responder preguntas. Sus esfuerzos ocurrieron en directa oposición al profundo abandono social que muchas personas con sida habían experimentado.

 
 

Fight the fear with the facts. Call 1(800) 922-AIDS.
Portada del reporte, con letras negras arriba y letras más grandes en el centro.

Cómo tener relaciones sexuales en una epidemia: Un acercamiento, por Michael Callen y Richard Berkowitz, 1982

Cortesía de Richard Berkowitz, Richard Dworkin, y Joseph Sonnabend, MD

El corto manifiesto de Michael Callen y Richard Berkowitz describía las formas en que los varones pueden ser cariñosos y sexuales al tiempo que reducen dramáticamente el riesgo de propagar y contraer el sida. Este folleto fue uno de los primeros que recomendó a los hombres usar condones al mantener relaciones sexuales con otros hombres.

 
 

Medical and Scientific Consultant: Joseph Sonnabend, M.D. Chairman, Scientific Committee, AIDS MEDICAL FOUNDATION How to Have Sex in an Epidemic: One Approach
Callen a la derecha sentado ante la máquina de escribir; Berkowitz a la izquierda, encima del escritorio.

Michael Callen (frente a la máquina de escribir) y Richard Berkowitz, 1984

Cortesía Richard Dworkin

En 1982, Michael Callen y Richard Berkowitz, dos homosexuales con sida que vivían en Nueva York, inventaron la práctica del sexo seguro, cambiando para siempre la manera en que la gente trataba y prevenía el sida.

 
 

Required Transcript
Portada rosa del libro en inglés y español. La caricatura muestra a un grupo de cuatro mujeres conversando.

Haciéndolo: Guía Sexual para Mujeres en la Era del SIDA, Cindy Patton and Janice Kelly, 1987

Cortesía de Jennifer Brier, PhD y Firebrand Books

A medida que la década del 80 avanzaba, se volvió cada vez más obvio que las mujeres podían contraer y morir de sida. En 1987, Haciéndolo, una guía en inglés y español, brindó a las mujeres métodos fáciles de seguir para prevenir el sida, como negociar el uso del condón con sus parejas masculinas, mantener limpias las agujas y practicar sexo seguro entre las mujeres.

 
 

Haciéndolo Guía Sexual para Mujeres en la Era del SIDA Por Cindy Patton y Janis Kelly Traducción al Español de Papusa Molina Ilustraciones de Alison Bechdel Revisada y puesta al Día [cartoon of four women sitting together] Woman 2: “Sexo, oral, mutuo, usando un condón y un protector dental, mientras te submerges en un jacuzzi.” Woman 4: Yo no se…me suena medio arriesgado. [end of cartoon] Cindy Patton y Janis Kelly, quienes por largo tiempo han sido periodistas y activistas en asuntos del SIDA, han confrontado una pregunta muy crítica: ¿Como pueden las mujeres—eterosexulas, lesbianas, bisexuales—disfrutar plenamente su vida sexual y protegerse al mismo tiempo de esta enfermedad mortal? Un planfeto de la Serie Chispas de Firebrand #2 Firebrand Books Ithaca, New York $3.95 ISBN 0-932379-32-X
Dos hombres sin camisa. Uno detrás del otro, apoyándose sobre su hombro.

“Si realmente lo amas. . . Condones: ¡Siempre!”, Foro de Liderazgo de Gays y Lesbianas Afroamericanos, Los Angeles, 1985

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

En respuesta a un mito generalizado de que el sida era una enfermedad de homosexuales blancos, las organizaciones de gays y lesbianas afroamericanas crearon campañas dirigidas a varones negros que tenían relaciones sexuales con varones. Éstas los alentaron a protegerse unos a otros, insistiendo en que el amor (aunque no en la forma del matrimonio o incluso del compromiso) y los condones eran críticos para la prevención del sida.

 
 

If you really love him… Rubbers – Every Time! “Rubber – every time!” is a risk-reduction poster series targeting Black gay men, produced in joint partnership with the Black Gay and Lesbian Leadership Forum and the National Task Force on AIDS Prevention of the National Association of Black and White Men Together. 3924 West Sunset Boulevard, Suite 1; Los Angeles CA, 90029; 213/666-5495 copyright 1985 Black Gay and Lesbian Leadership Forum. All Rights Reserved.

Haciendo Ciencia, Fabricando Mitos

A mediados de la década del 80, funcionarios de salud pública y científicos lucharon por comprender el sida. Emprendieron una investigación inicial con presupuestos muy bajos, llevando a cabo dos investigaciones distintas pero relacionadas que comenzaron en un torbellino de hechos científicos y mitos culturales. Algunos trataron de determinar cómo se propagaba el sida. Otros trataron de localizar el agente biológico responsable de la propagación de la enfermedad. Ante el temor y el malentendido circundante que permeaba a la sociedad, los hallazgos iniciales de los científicos a veces producían consecuencias políticas no deseadas.

El Dr. Luc Montagnier sonríe sobre una mesa de laboratorio.

Nombramiento del VIH

Dr. Luc Montagnier, Instituto Pasteur, Francia, 2000

Reimpresa con permiso de MacMillan Publishers Ltd: Nature Magazine, vol. 6, no. 3, marzo de 2000

 
 

Required Transcript
El Dr. Robert C. Gallo usa un microscopio en una oficina mientras una mujer está de pie a su lado.

Robert C. Gallo, MD, en los Institutos Nacionales de la Salud a principios de la década del 80

Cortesía del Instituto Nacional del Cáncer, Institutos Nacionales de la Salud

En abril de 1984, el Dr. Robert Gallo del Instituto Nacional del Cáncer de los NIH (Institutos Nacionales de la Salud) aisló el HTLV-III (virus linfotrópico humano T III) como la causa del sida. Más tarde, los científicos determinaron que era el mismo virus identificado en el Instituto Pasteur. A pesar del desacuerdo sobre quién hizo el descubrimiento inicial, los investigadores franceses y estadounidenses finalmente accedieron compartir el crédito. En 1986, el virus fue renombrado como VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). La identificación de una causa viral permitió a la comunidad científica desarrollar una prueba para el VIH y enfrentar mejor el sida y su tratamiento.

 
 

Required Transcript
Diagrama de círculos vinculados desde el mismo círculo central. El círculo central tiene una X. Abajo a la izquierda está la clave.

Del paciente “O” al paciente cero

Mapa de los contactos sexuales entre homosexuales con SIDA, de William Darrow, PhD, et al., “Cluster of Cases of the Acquired Immune Deficiency Syndrome”, American Journal of Medicine, marzo de 1984 Cortesía de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y William W. Darrow, PhD

William Darrow, sociólogo médico de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dibujó este mapa para probar de manera gráfica que el sida era infeccioso y se propagaba por contacto sexual. Después de docenas de entrevistas y complicados análisis de datos, él y sus colaboradores presentaron este “grupo” de pacientes. El paciente O, que se muestra en el centro de la red y originalmente abreviado como “fuera de California” en inglés, fue leído incorrectamente como “Paciente Cero”. Los datos pronto atrajeron la atención popular para identificar el primer caso de sida en Estados Unidos.

 
 

Required Transcript
Foto de Gaétan Dugas pintarrajeada con texto.

Página marcada de “Las 25 personas más intrigantes de 1987”

Revista People, 28 de diciembre de 1987 Cortesía de Archivos y Colecciones Especiales, Biblioteca y Centro de Gestión del Conocimiento, Universidad de California, San Francisco

La revista People describió a Gaëtan Dugas como el “Paciente Cero”, considerándolo una de las personas más intrigantes de 1987 al culparlo erróneamente de introducir el sida a Estados Unidos. Los editores divulgaron la historia de Dugas en And the Band Played On (Y la banda siguió tocando), una crónica ampliamente leída de la crisis del sida escrita por el periodista gay Randy Shilts. La historia del libro del “Paciente Cero”, en abierto desacuerdo con la información científica disponible, eclipsó el relato más sustancial sobre la negligencia del gobierno. Al apoyarse en viejos estereotipos de los gays como malévolos, promiscuos y más interesados en el sexo que en la salud, el libro de Shilts y la selección de la revista People generó respuestas airadas y homofóbicas. Esta copia tomada de la revista People, anónimamente enviada por correo a la Fundación del SIDA de San Francisco, ejemplifica las reacciones negativas.

 
 

Required Transcript
Artículo de periódico con la foto de la credencial de asistente de vuelo de Gaétan Dugas

Imagen reutilizada por la coalición ACT UP de San Francisco de Gaëtan Dugas de un anuncio del New York Times, 23 de agosto de 1988

Cortesía de la Sociedad Histórica de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgénero

A pesar de declaraciones en sentido contrario, el mito del Paciente Cero no hizo nada para contener la epidemia del sida. Los activistas de San Francisco recuperaron la historia y la imagen de Gaëtan Dugas para contrarrestar las detestables estigmatizaciones y defender a todas las personas con sida como merecedoras de atención y tratamiento.

 
 

Required Transcript

Gobierno (In) Activo

Gran parte del gobierno de los Estados Unidos permaneció en silencio ante la crisis del sida. Las autoridades evadían el problema. No cumplían con los pedidos de fondos para la investigación y atención al paciente. El miedo y la desinformación se filtraba en las comunicaciones. Los funcionarios culpaban y estigmatizaban a las personas con sida. El cambio llegó de a poco. Finalmente, luego de 10 años de epidemia, el Congreso de los Estados Unidos aprobó leyes exhaustivas para mejorar el cuidado de personas con sida de bajos recursos y de quienes contaban con un seguro de salud insuficiente.

Gary Bauer mirando hacia la derecha de la imagen, frente a un edificio blanco.

Gary Bauer, asistente del presidente para el desarrollo de políticas, 1 de mayo de 1987

Cortesía de Time & Life Pictures/Getty Images

Bauer, un alto asesor de políticas de la presidencia, abogó para que todo el material de prevención del VIH y el sida financiado con fondos federales “aliente un comportamiento sexual responsable basado en la fidelidad, el compromiso y la madurez, al tiempo que sitúe a la sexualidad dentro del contexto del matrimonio”. Bauer lideró la administración del presidente Reagan en su promoción de una respuesta impulsada por los valores a la epidemia del sida, promoviendo estrategias no disponibles para quienes estaban en mayor riesgo.

 
 

Required Transcript
Dos páginas del mismo artículo; la página de la derecha muestra la imagen de un condón con su envoltura abierta.

Extracto del Informe del Director General de Servicios de Salud de los EE. UU. sobre el SIDA, 1986

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

Como médico de la nación, el Director General de Servicios de Salud Koop encabezó una posición sobre cuidado, tratamiento y prevención que recomendaba el uso de condones y el “combatir a una enfermedad, no a la gente”. Esta posición era contraria a la de muchos altos funcionarios y causó malestar entre los asesores del presidente.

 
 

Required Transcript
Ryan White al teléfono en el escritorio, su madre sentada a su lado.

Ryan White, un adolescente de Indiana, “asiste” a la escuela por teléfono desde su casa, con su madre, el 26 de agosto de 1985

Cortesía David Boe/Copyright Bettmann/Corbis/Associated Press

Cuando a Ryan White, un hemofílico de 13 años, le diagnosticaron sida en 1984, le prohibieron asistir a la escuela secundaria en su ciudad natal de Indiana. Generó tanto simpatía como odio de parte del público, pero terminó por convertirse en el rostro aceptable del sida. Sin embargo, él rechazó que se le viera como muy merecedor de la tolerancia y pidió atención para todas las personas con sida. White murió a los 18 años en 1990. Poco después, el Gobierno Federal introdujo una legislación integral sobre el sida nombrada en su honor.

 
 

Required Transcript
El Presidente Ronald Reagan (derecha) y el Dr. C. Everett Koop (izquierda) se estrechan la mano.

El Presidente Ronald Reagan (a la derecha) y el Dr. C. Everett Koop en la Casa Blanca, hacia 1983

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

El presidente Ronald Reagan tardó cinco años para abordar públicamente la epidemia. A finales de 1985, pidió al Director General de Servicios de Salud C. Everett Koop que escribiera un “Informe especial sobre el sida”.

 
 

To Chick Koop With best wishes, & Regards Ronald Reagan
El Presidente Obama firmando un documento. Lo rodea un grupo de once personas.

El Presidente Obama, con Jeanne White Ginder (a la derecha del escritorio) y otros funcionarios, firma la Ley Ryan White de Extensión de Tratamiento de VIH y el SIDA de 2009

Cortesía AP/Gerald Herbert

El 30 de octubre de 2009, Barack Obama se convirtió en el tercer presidente en extender la Ley de Emergencia Ryan White de Recursos Integrales contra el SIDA (CARE, por su sigla en inglés) de 1990. Originalmente firmada por George H.W. Bush, la ley buscaba mejorar el cuidado de personas con sida de bajos ingresos y con seguros de salud insuficientes, políticas que eran casi imposibles en los años 80.

 
 

Required Transcript

Lucha contra el SIDA

Para 1987, más de 46,000 estadounidenses se habían infectado con el VIH y más de 13,000 habían muerto de sida. En respuesta a esta catástrofe, surgió un nuevo movimiento liderado por personas con sida: la Coalición contra el SIDA para Liberar el Poder (ACT UP, por su sigla en inglés). Lucharon por ser incluidos en el proceso científico, exigieron la liberación de nuevas medicinas, abogaron por una definición amplia de la enfermedad e insistieron en que otras desigualdades sistémicas ya no debían ignorarse. Con tácticas artísticamente sorprendentes y llamativas para los medios de comunicación, aprovecharon su malestar para cambiar fundamentalmente el curso de la epidemia del sida.

Un manifestante al frente instala una imitación de lápida en un campo donde varios colocaron sus propias lápidas para protestar.

Manifestantes frente al Edificio James A. Shannon, Institutos Nacionales de la Salud, 1990

Cortesía de Donna Binder

En 1990, los manifestantes de la coalición ACT UP tomaron parte del campus de los Institutos Nacionales de la Salud, llamando a los científicos a desarrollar más medicinas para las personas con sida y al Gobierno Federal para distribuirlas equitativamente. Sus esfuerzos convencieron a los encargados de formular políticas para cambiar las regulaciones que dieron lugar a un nuevo régimen de fármacos utilizados para tratar el sida, los cuales estuvieron disponibles en 1996.

 
 

[Protest tombstones on lawn] N.I.H nothing is happening; Dead from drug profiteers; Dead from homo-phobia; Poisoned from AZT; Dead from greed; R.I.P. dying on A.Z.T.; AZT is no cure!
Dos afroamericanos cargan una imitación de ataúd. Los sigue una procesión.

Miembros de ACT UP en Filadelfia simulan un cortejo fúnebre como protesta frente a la mansión del gobernador, 30 de agosto de 2012

Cortesía de Joe Hermitt, © 2012 The Patriot-News. Todos los derechos reservados. Reimpreso y uso con permiso.

 

Como el sida afectaba cada vez más a las personas de color, gays y heterosexuales, los que estaban en el centro del activismo del sida cambiaron. En 2012, el ACT UP de Filadelfia protestó desafiantemente la decisión del estado de cancelar un programa de ayuda de dinero en efectivo para personas cuya pobreza les impedía comprar los medicamentos. La delegación permanece activa en la actualidad porque vincula el activismo del sida con otros asuntos sociales apremiantes, como el acceso a viviendas seguras y atención sanitaria de calidad, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

 
 

Required Transcript
Manifestantes tomados de la mano y con pancartas, la más visible es la del centro que dice Silencio = muerte.

Manifestantes frente al Departamento de Salud y Servicios Humanos, durante la campaña nacional para cambiar la definición del SIDA, 2 de octubre de 1990

Cortesía de Donna Binder

Con delegaciones en todo el país, la coalición ACT UP llevó a cabo miles de manifestaciones entre 1987 y 1996, incluida una frente al Departamento de Salud y Servicios Humanos para insistir en que las mujeres con sida recibieran atención y tratamiento. Sus acciones transformaron la manera en que los científicos y los políticos respondían a la crisis del sida.

 
 

Required Transcript
El símbolo del género femenino con dos serpientes entrelazadas en la base. El texto sobrepuesto dice Las mujeres no contraen sida. Solo mueren por su causa.

Póster diseñado por el Comité de las Mujeres de ACT UP/DC para la protesta contra el Departamento de Salud y Servicios Humanos, 1990

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.

En octubre de 1990 la coalición ACT UP llegó a Washington, DC y a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, llevando pancartas que exigían una definición formal del sida que incluyera a las mujeres. Debido que, hasta ese momento, las mujeres estaban excluidas del diagnóstico del sida, no podían acceder a cuidados y tratamientos que podían salvarles la vida aún cuando morían de sida. En 1992, los activistas tuvieron éxito en sus esfuerzos: las mujeres fueron oficialmente reconocidas como personas que podían contraer sida.

 
 

Required Transcript
Cuatro policías de espaldas a manifestantes acostados enfrente de un edificio.

Policías vigilan a los activistas en la protesta “Storm the NIH” (Asaltar a los Institutos Nacionales de la Salud de los EE. UU.), mayo 21, 1990

Cortesía de Donna Binder

En una de sus protestas nacionales más dramáticas y efectivas, el 21 de mayo de 1990, las delegaciones del ACT UP de todo el país ocuparon los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). Durante el “Storm the NIH”, los manifestantes fingieron estar muertos y empapelaron los edificios con carteles y pancartas que explicaban sus exigencias de acción al gobierno sobre el tratamiento del sida. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) respondió a los manifestantes e inició cambios en el estudio de medicamentos para el sida.

 
 

Required Transcript

El SIDA no ha terminado

Los desafíos planteados hoy por el sida son complejos. Los tratamientos existen pero no están fácilmente accesibles. Los debates persisten sobre las estrategias de prevención que son políticamente aceptables. Las personas con sida y sus defensores han hecho cambios duraderos para contener la epidemia y proporcionar acceso a tratamientos que salvan vidas, pero obstáculos graves (como la pobreza y la violencia social) impiden que muchos se mantengan saludables. Profesionales de la salud dedicados continúan trabajando con los activistas veteranos. Juntos, luchan por desarrollar nuevas formas de cuidar a las personas que viven con el VIH y el sida y evitar que la enfermedad se propague.

La Dra. Cargill, de bata blanca de laboratorio, habla con un paciente.

La doctora Victoria Cargill (derecha) con un paciente en un centro de salud comunitario de Washington, DC, febrero de 2013

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

La doctora Victoria Cargill atendió su primer caso de sida en Boston en 1981, cuando ni siquiera existía la sigla. Esa experiencia le cambió la vida, y ha pasado su carrera atendiendo a las personas con sida, particularmente a las más vulnerables. La Dra. Cargill llegó a Washington, DC en 1998 y continuó su trabajo sobre el VIH y el sida en un centro de salud comunitario en el sureste de la ciudad, un área con una tasa de infección de más del 12 por ciento. Hoy, la Dra. Cargill es la directora asociada de Investigación Interdisciplinaria en la Oficina de Investigaciones sobre la Salud de la Mujer de los Institutos Nationales de la Salud, (NIH, por sus siglas en inglés).

 
 

Required Transcript
Serie de dibujos en blanco y negro que representan el desacuerdo entre un hombre y una mujer.

La Decisión I, Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, 1990

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

 
 

Decision [6 panel cartoon] As the minutes ticked by, their passion grew… [Marisol and Julio embracing] Julio: Come on Marisol, prove your love for me. [Marisol holding up a condom] female: I love you, Julio, But if you love me too, use this. [Julio looking angry] Julio: A condom?! Don’t with that again! What do you think I am? [close up of Marisol crying in a heart shaped outline] Marisol couldn’t believe that Julio felt so insulted. [closed door] It’s clear you don’t really love me! Slam! [Marisol sitting on couch] Marisol: I love you, but not enough to die for you! [end of cartoon] Love is not worth dying for. Protect yourself, get the facts. Call 1-718-485-8111 the AIDS hotline. AIDS It can happen to you. [logo] City of New York; David N. Dinkens, Mayor; Woodrow A. Myers, Jr. M.D., Commissioner, Department of Health
Serie de dibujos en blanco y negro que representan el desacuerdo entre un hombre y una mujer.

La Decisión II, Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, 1990

Cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

 
 

Decision II [6 panel cartoon] When we last saw them, Julio had stormed out because Marisol had asked him to wear a condom. [Marisol looking out a window] Marisol thinks: I love you, but not enough to die for you. Julio thinks: What do condoms have to do with love? What does she think I am? [Julio outside a storefront] After Walking around for a while, Julio decides to drop in on Marco and Miguel. [Marco behind a counter, Miguel sitting at the counter, Julio standing next to the counter] Marco: Hey Julio! Where’s Marisol? Julio: At her place, crying that if I loved her I’d use condoms. Do I look like I need to use a condom? [Close up of Marco] Marco: Do I? But Marie and I use them, with all this AIDS stuff…why take chances? Right, Miguel? [Julio and Miguel sitting at the counter with Marco standing behind] Miguel: Yeah, maybe if Raul and Anita used them, they’d still be around. [Close up of Julio] Julio: Your cousin…Anita? Miguel: Yeah…She died of AIDS a few moths ago, and he’s real sick. [Julio walks down a city street] Miguel thinks: Anita…Raul…AIDS…Man I’ve got to figure this all out. [end of cartoon] What will Julio decide? What will Marisol do? Send your ideas to “Julio and Marisol” Box A1 125 Worth Street New York, N.Y., 10013 AIDS It can happen to you. [logo] The AIDS Hotline (718) 485-8111 For the Hearing Impaired TDO (212) 532-3570/8663
 Interior de un vagón de metro de la Ciudad de Nueva York, paneles en blanco y negro del cómic “La Decisión” a lo largo del techo del vagón.

Interior de un coche de metro de la ciudad de Nueva York que representa parte de la historia serial La Decisión, 6 de abril de 1993

Cortesía AP/Paul Hurschmann

Una tira cómica creada para pasajeros de habla hispana e inglesa, producida por el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York y financiada por el Gobierno Federal, apareció por más de diez años en el interior de seis mil vagones del metro de Nueva York. La Decisión contaba la historia de Marisol, una latina luchando con su novio, Julio, sobre el uso del condón, y cómo veía sus amigos morir de sida.

 
 

Required Transcript
Una pareja de personas mayores afroamericanas con la imagen de un condón y la leyenda “Revolución de látex” en las dos esquinas de la derecha.

Cartel “Revolución de látex”, Departamento de Salud del Distrito de Columbia, 2011

Cortesía HAHSTA (Administración de VIH y SIDA, hepatitis, enfermedades de transmisión sexual y tuberculosis del Departamento de Salud del Distrito de Columbia)

Hoy los estadounidenses de 55 años y más están dentro de las poblaciones con mayor contagio de sida. Para abordar esto, el Departamento de Salud del Distrito de Columbia apoya campañas de concientización para educar a las personas mayores sobre salud sexual.

 
 

¡Éntrale a la “seguridad social” de la revolución de látex! Protégete para mantenerte sano. Nunca eres demasiado viejo para necesitar un condón. [logo] Oficina de Personas Mayores del Distrito de Columbia), [logo] One City; para localizar o pedir condones gratis, llame a la Oficina de Personas Mayores del D.C. al 202-724-5622, o visite www.RubberRevolutionDC.com. Si desea saber más sobre pruebas de salud sexual, consulte a su médico.
Tres mujeres afroamericanas uniformadas sostienen un letrero amarillo que dice “Pide la prueba”.

Póster de campaña “Pide la prueba”, 2012

Cortesía de HAHSTA (Administración a Cargo de VIH, SIDA, Hepatitis, ETS y TB), Departamento de Salud del Distrito de Columbia

En el siglo XXI, la prueba del VIH es la primera línea de defensa en la lucha contra el sida. Pero cuando la prueba fue lanzada en 1985, muchas personas se negaron por temor a que sus nombres terminaran en un registro para negarles atención de salud. Los sindicatos municipales en Washington, DC están a la vanguardia de la lucha contra este persistente mito y explican cómo las pruebas ayudan a mantener a la gente saludable.

 
 

When we visit our doctors, We Ask For The Test. It’s not just for us. It keeps our union and the city’s workforce healthy. To find out more about getting an HIV test, visit your doctor. You can also go to DCTakesOnHIV.com, call 311, or text “DCTEST” to 61827.* [Three uniformed female officers holding poster] Ask for the Test Employees from the DC Department of Corrections at the Wilson Building. DC takes on HIV [Logos] District of Columbia flag, “One City” District of Columbia map, Government of the District of Columbia, DOH, Department of Health, Promote. Prevent. Protect. *Message and data rates apply. [Logos] American Federation of Government Employees, Justice Fraternity Progress, AFSCME, DCNA, District of Columbia Nurses Association , 1199 AFSCME, Hospital and Healthcare Employees, Doctors Council of the District of Columbia, FOP, Teamsters, Unity, Pride, Strength, SEIU NAGE, 1199 SEIU, United Healthcare Workforce, SEIU NAGE, LOCAL R3-05, National Association of Government Employees, WTU, Washington Teachers’ Union, AFT Local No. 6 AFL-CIO
Cuatro hombres sin camisa de ascendencia del este y del sur de Asia.

Póster “Siempre elegimos ir a lo seguro” producido por la Asociación para la Salud Asiática y de las Islas del Pacífico, 1997

Cortesía de la Asociación para la Salud Asiática y de las Islas del Pacífico, Washington, DC y HAHSTA (HIV/SIDA, Hepatitis, STD, Departamento de Salud del Distrito de Columbia)

Este anuncio de salud pública hizo eco de las campañas de prevención de la década del 80 al mostrar varones abrazándose unos a otros y pidiéndoles que usen condones. A finales de la década del 90 era fundamental llegar a hombres de ascendencia del este de Asia y del sur de Asia, muchos de los cuales creían que los asiáticos no estaban en riesgo, para tomar medidas y mantenerse saludables.

 
 

We Choose to Play Safe Every Time Use a condom Asian and Pacific Islander Partnership for Health P.O. Box 18964 – Washington, DC, 20036 Voice Mail: 202.986.2393 – email: apiph@zzapp.org Supporting Organizations: aqua [logo] Asian and Pacific Islander Queers United for Action; [logo] Asians & Friends Washington; KHUSH/DC South Asian Gays Lesbians and Bisexuals Design and Layout: Nicolas F. Shi; Photography: Donald J. Clemmey